,por ejemplo, había un cuento que relataba la vida deuna ama de casa que escribe en sus ratos libres, para sí misma, y a la que se le abre, depronto, la puerta de poder llevar esos textos al mundo de la literatura. La oportunidad se lada un profesor universitario que se cruza en su camino, pero que, en realidad,
pretendeuna aventura adúltera
que terminará a un centímetro del desastre. Todos, claro,pensamos en la Munro de los años 60, aunque no es necesario el reclamo deldesvelamiento para que el cuento se quedara clavado en la memoria.El otro rasgo diferente de Alice Munro es la densidad psicológica. Es casi un tópicorecordar la frase de algún editor que dijo que la escritora canadiense era la Chejov denuestro tiempo.
Pero algo hay
. En 'Demasiada felicidad' se podía encontrar otro cuentoque no tenía más historia que la de una viuda que abría la puerta y refugiaba a un asesino.Los dos personajes se trenzan y se retratan con precisión de cirujano.Tenía que salir la comparación con Chéjov. Algún lector también habrá pensado en loscuentos de Raymond Carver por la aparente distancia con la que la narradora relata loshechos. Munro,
esquiva y un poco extraña en su mundo
, suele decir que ella, en todocaso, viene de la tradición de escritoras americanas del siglo XX, de Carson McCullers ycompañía.¿Literatura de mujeres? Cada vez que una mujer gana el Nobel abordamos su relacióncon el hecho de ser mujer, cosa que no hacemos con los hombres. Pero es cierto que laexperiencia de ser mujer y romper (
de nuevo, romper
) en un terreno de hombres, es unode los grandes temas de Munro. Aunque eso, en realidad, da bastante igual. "Lean los relatos viejos, hay muchos", dijoMunro cuando se retiró. En total hay 14 libros y los que mejor conocen su obra (
enEspaña sólo se le tradujo del inglés a partir de 2007
) dicen que los más remotos sonlos más valiosos: 'Las lunas de Júpiter', 'Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio'...Munro ya ha hablado en
la radio pública canadiense
la CBC. No ha dicho nada enparticular, más que las clásicas muestras de incredulidad ("Esto es tan sorprendente y tanmaravilloso") y su sorpresa de que sea sólo la 14ª mujer que recibe el premio. Nada enparticular, pero sólo escuchar su voz en la madrugada canadiense es igualmenteemocionante.
Reacciones
El escritor Antonio Muñoz Molina, que recibirá el Premio Príncipe de Asturias de las Letrasel próximo 25 de octubre, ha asegurado que
"es raro que haya tanta justicia como se hahecho hoy"
. Es una mujer "prodigiosa que tiene la virtud de comprimir el tiempo y la vidaen el espacio de un cuento. En un cuento de Alice Munro caben novelas completas",aseguraba este jueves en declaraciones a Efe.El español sitúa a la canadiense "entre los mejores escritores del mundo" y destaca sulibertad.
"Ha hecho lo que ha querido toda su vida"
, y eso se nota tanto en sus cuentosde hace cincuenta años como en los de ahora. "Ella ha ido cambiando cuando no le hacíanmucho caso y también cuando sí se lo han hecho, y siempre ha ido evolucionando consoberanía".La 'justicia' del premio es algo que también ha destacado Javier Marías."Si algún escritor vivo
merecía el Nobel
por encima de cualquier otro era ella", ha asegurado en algunaocasión. "Munro ha alcanzado en su obra, de una manera muy sobria, grandes cotas dehondura y de emotividad. Sus cuentos son emocionantes", agregaba hoy.En una época, subraya Marías, en la que se da tanto "la literatura de buenos sentimientos,que suele ser empalagosa, y la de malos sentimientos, llena de psicópatas y de estudiossobre la maldad, como si eso en sí mismo tuviera interés",
Munro ha hecho su obrasobre personas normales
, "con sus ambigüedades, con sus partes oscuras".